Las personas que llegan a la tercera edad pueden inclinarse por una de dos vertientes, la primera de ellas se describe como el periodo de descanso, meditación, disfrute y encuentro de nuevas oportunidades para concretar las acciones que se postergaron anteriormente.
La otra vertiente, implica enfrentar el dolor ante los síntomas típicos de la etapa de envejecimiento y la lucha ante la aceptación de las carencias que se manifiestan de forma crítica.
A ello se suman las pérdidas de amigos y las personas queridas que van muriendo; además, las incapacidades físicas, emocionales e incluso mentales son una constante que los viejos deben de enfrentar irremisiblemente.
Todo este grupo de circunstancias pueden llevar a la depresión en la vejez, una enfermedad mental cada vez más frecuente en la población mundial que afecta de forma importante a los ancianos.
Síntomas depresivos
Las personas de la tercera edad que sufren depresión pueden…
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