Ella fue quien a inicios de los años 50s en México buscó el voto femenino, fue quien tuvo que pelear con un sistema enteramente masculino, esta mujer que hoy vive en un asilo o sola, es la mujer que debe de festejarse. Si bien la juventud está haciendo su parte, olvidar a las mujeres mayores de hoy al hablar de un discurso feminista, es un grave error, puesto que ellas fueron las precursoras. Si bien no todas tuvieron éxito, cada una de ellas luchó desde donde podía y hasta dónde sus capacidades le dejaban, para que hoy las mujeres jóvenes tuviéramos libertad.
Olvidar a las mujeres mayores o dejarlas de lado es un error, que no solo debe de resarcirse en estos días de marzo, sino en todo lo cotidiano. Las mujeres mayores son quienes peor la pasan en el país, son las abandonadas, las golpeadas o denigradas por el propio sistema. Y es que en un inicio se les dijo que tuvieran todos los hijos que fueran necesarios, se les dijo que lo mejor era ser ama de casa y no se les permitió laborar. Muchas de estas mujeres necesitan de tu escucha y de tu apoyo, no sólo hoy, sino diario.
Pensemos en lo que como sociedad podemos hacer en pro de las mujeres mayores de hoy.
No hay duda de que las mujeres mayores tienen una experiencia amplia en la lucha por el feminismo. Se esforzaron desde muy jóvenes en defender la igualdad en un tiempo en que el marco sociocultural ni siquiera consideraba una injusticia tratar de forma diferente a hombres y mujeres en razón de su sexo.
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