Por al rededor de 10 años he estado investigando todo lo relacionado con el diseño de servicios, productos y experiencias para personas mayores, en un inicio la gente que hablaba de este tema era casí un mito. Pero conforme pasaron los años encontré que de hecho son los propios mayores los que se están diseñando sus productos, servicios y experiencias.
Pero aún con esta información rondando por la web desde hace años, existen siempre las mismas peguntas de muchos diseñadores que se inician en el camino del gerontodiseño. Y es totalmente normal, de hecho es gratificante mirar como cada día más se interesan por el diseño para personas mayores.
¿Cómo iniciar un proyecto sobre personas mayores?
Yo diría que hablando con una de ellas. Platicando, conversando y dejando de lado los clichés de la vejez y envejecimiento, abriendo los ojos a la realidad, olvidando a la “abuelita” y conociendo a la mujer mayor y todas sus implicaciones.
¿Cómo me acerco al usuario?
Con sinceridad y con ganas de escuchar largas pláticas, con humildad.
Existen preguntas que no se hacen. Hay que hacerlas.
¿Es la accesibilidad el todo? ¿Es el diseño inclusivo la herramienta ideal al hablar de diseño para personas mayores? ¿Cuál es el enfoque que se debe de tener al diseñar para gente mayor? …
Cada pregunta merece una reflexión más profunda que solo inferir que los mayores necesitan andadores. Los mayores de hoy cambian paradigmas y dentro de esos paradigmas se encuentra el hecho de que el diseño universal deba de ser el encargado del diseño para gente mayor. El diseño universal soluciona e incluye, pero el conocimiento profundo de lo que es ser un mayor de hoy lo brindan otras herramientas que completan el panorama del gerontodiseño.